Desde la noche del lunes 17 de julio, cerca de 200 solicitantes de asilo y refugiados que habían estado durmiendo en las calles de Toronto fueron reacomodados a RevivalTime Tabernacle Church en Dufferin Street, North York. Ahora permanecen en un lugar seguro; donde al menos cuentan con un espacio para dormir, comida y ropa, sin embargo siguen viviendo un momento de crisis en una situación que necesita acción inmediata. La comunidad ha respondido con gran gesto, ahora los cientos de personas que se hospedan en la iglesia ya cuentan con los artículos esenciales, como ropa, productos de limpieza personal, además de alimentación, pero los solicitantes de asilo y refugio necesitan mucho más que lo esencial, merecen mucho más, afirma Pastor Judith James de Revivaltime Tabernacle.
“Nuevamente, estamos pacificando un problema que debe abordarse adecuadamente, necesitan una vivienda adecuada, necesitan duchas adecuadas, baños, ya que solo tenemos duchas limitadas para 230 personas, ellos deben recibir lo que se les prometió, les damos la bienvenida a nuestro país, pero no se sienten bienvenidos”. Dijo Judith James.
Son cientos de hombres y mujeres, de Nigeria, Uganda, Kenia, Camerún, Angola, Ghana, quienes a su llegada a Toronto, Canadá, se tuvieron que acomodar en las calles de la ciudad, ante el colapso de albergues, los que desde junio de este año, han operado a su máxima capacidad, después de que la cantidad de solicitantes de asilo en el sistema creciera un 500 por ciento en 20 meses, según datos de la ciudad. En Revivaltime Tabernacle, se puede ver y sentir la solidaridad de la comunidad, hay mucha movilización de gente que llega con donaciones, de voluntarios dispuestos a ayudar en lo que sea necesario, la ayuda de la comunidad, no se ha agotado. Pero en los pasillos del lugar, los rostros de confusión lo dicen todo, muchos desorientados, tímidos, algunos con miedo a conversar, asustados no quieren hablar con los medios.
A pesar de que las personas ya no están durmiendo en la calle, aún hay algunos que duermen en el piso, o en tapetes, por lo que Judith James, menciona que a pesar de que se ha respondido a la situación de decenas de solicitantes de asilo y refugiados, esta es una medida temporal a un gran problema, y afirma que ellos necesitan ser colocados en una vivienda apropiada. Judith James, también menciona que nadie de Salud Pública de la Ciudad, ha ido a ver el estado de salud en que se encuentran. Por lo que hace un llamado diciendo: “necesitamos acción, y necesitamos acción ahora.”
“Están asustados, no saben en quién confiar y cada vez que los movemos se estremecen de nuevo, están traumatizados así que seguro que no quieren estar en las calles, los estamos alimentando, estamos orando con ellos, pero luego van a ser separados de esto otra vez así que hay tanta incertidumbre y merecen saber con claridad lo que está pasando en su propias vidas y desafortunadamente no lo hacen y nadie les está prestando atención.”