Una familia entera aún se pregunta que pasó con Luz Leticia Hernández, desaparecida forzosamente en medio de la guerra civil de Guatemala (1960-1996). Se lo han preguntado durante 40 años y sus hermanas lo han hecho desde el exilio en Canadá.
Su pregunta no solo es retórica. A lo largo de estas cuatro décadas han pelado porque la ley obligue a los responsables de la desaparición forzada de Luz Leticia a develar qué pasó con ella, dónde está y, además, han buscado que la ley les proporcione justicia. Aún no encuentran nada de eso.
El testimonio de esta búsqueda lo comparte Marta Hernández, la tercera hermana de la familia que se exilió en Canadá hace aproximadamente 30 años.
Cuenta Marta que el peligro exilió primero a Mirtala, la hermana mayor de la familia que viajó a Canadá. Poco tiempo después Mirtala enfermó y Marta tuvo que exiliarse también para cuidarla. Su madre, Valentina Agustín se quedó en su país a buscar a Luz.
“Después de lo sucedido aprendimos que la vida continúa, que tenemos que proveer, vivir, trabajar estudiar… y al mismo tiempo continuar con la lucha en contra el olvido… Porque ese crimen premeditado no solamente (buscaba) desaparecer a la persona, sino hacer que la familia borrara totalmente a sus familiares”
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En la Guerra Civil de Guatemala hubo más de 200.000 muertos y desaparecidos y según el informe La Comisión para el Esclarecimiento Histórico el Ejército guatemalteco fue el responsable de la mayoría de las masacres y violaciones a los derechos humanos.
“La CEH concluyó que el Estado de Guatemala fue responsable del 93% de las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante el enfrentamiento armado, lo cual incluye al Ejército, a los grupos paramilitares y otras fuerzas de seguridad: la guerrilla habría sido responsable del 3% y otros grupos sin identificar, el 4%. La Comisión estableció como causas profundas del enfrentamiento armado la injusticia y desigualdad estructural que existen históricamente en el país, el racismo contra los pueblos indígenas, la profundización de una institucionalidad excluyente y antidemocrática, así como la renuencia del Estado a impulsar reformas sustantivas que pudieran reducir los conflictos estructurales. Todo ello dentro del marco de la Guerra Fría, el anticomunismo y la Doctrina de Seguridad Nacional promovida por el gobierno de los Estados Unidos en la región centroamericana”
En términos legales, el caso de Luz Leticia ha regresado a la corte. Pero ha significado una larga batalla por la visibilización.
Cuenta Marta que durante muchos años el caso no fue considerado para ser investigado, apenas en 2001 La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) señaló que Luz Leticia y Ana María López Rodríguez fueron “capturadas el 21 de noviembre de 1982 por fuerzas de seguridad integradas por elementos del Batallón de Operaciones Especiales de Reacción (BROE).
En 2005 la Procuraduría de Derechos Humanos descubrió por accidente algunos archivos de la extinta Policía Nacional de Guatemala que confirmaron los hechos: “encontraron una serie de documentos de la policía y es ahí donde logramos demostrar, en cierta manera los hechos” dijo Marta, pues fueron estos documentos los que daban elementos para el caso.
Pero a pesar de la evidencia que lograron recabar, en 2012 el caso de Luz Leticia se archivó. No fue sino después de 10 años que pudieron reabrirlo. “Después de tanta presión y todo lo que hemos luchado para que se judicializara nos informaron que sí, que se iba a pedir audiencias en el juzgado y que se iba a pedir órdenes de captura” dijo Marta.
En enero de este año, se inició en un Juzgado de Primera Instancia Penal el proceso llamado “Luz Leticia y Otros”, en el que está acusado Juan Francisco Cifuentes Cano, excomandante de la Brigada de Operaciones y Reacciones Especiales (BROE). Sin embargo, Cifuentes ya tenía orden de captura por un caso relacionado: Caso Diario Militar
Así que el caso de Luz sigue siendo una acción de memoria histórica. Una búsqueda incasable de verdad y justicia.
“En cualquier sociedad avanzada y civilizada todo ser humano tiene garantizada (la justicia)...-lo puedo evaluar yo porque he vivido en Canadá por más de 30 años- como es posible que todo esto haya sucedido y que pasen 40 años para obtener un pedazo de Justicia, un pedacito de Justicia” dijo Marta.
Si quieres escuchar el testimonio completo de Marta Hernández puedes escuchar el siguiente audio: