Cuando se trata de la navidad cada patria tiene sus tradiciones, y si hablamos de decoración, en Canadá, es fácil encontrarse con árboles de navidad, renos y muchas – en verdad muchas – luces; pero los pesebres son escasos.
Sin embargo, en aquellos países de una tradición católica más enraizada, y debido al sincretismo cultural en latinoamericana, el ritual de armar un pesebre es casi una norma en cada familia. Y debido a ello, la nostalgia nos da los recursos para poner el pesebre en nuevos escenarios.
A esta tradición también le acompañan las novenas y más tradiciones de origen religioso que son muy comunes entre las familias latinoamericanas.
Debido a que Canadá y en particular Toronto es una ciudad multicultural, existen ciertos lugares en los que podemos encontrar los pesebres de todo tipo.
También el pasado sábado, la casa cultural de Colombia realizó un evento navideño en el que se preparó un pesebre vivo. “Lo hacemos para conservar esta tradición en las nuevas generaciones que ya son de aquí” dijo Claudia Mejia, coordinadora del pesebre.
Sin duda las tradiciones tienen sus tientes hogareños. Por ejemplo Erick Álvarez, originario de México, cuenta como su familia heredó las figuras miniatura de su abuela, o Marta Hernandez que recuerda que en Guatemala no importaba “Ni la pobreza” cuando se trataba de poner ese espíritu navideño.
Pero la nostalgia solo es un motor para ser cada vez más creativo a la hora replicar las tradiciones. Blanquita Navarro, dice que el pesebre familiar se quedó en su tierra Perú, pero acá en Canadá tiene una alternativa tejida a crochet.
También Marta Diaz conserva la tradición de hacer su pesebre desde el primero de sus 34 años viviendo en Canadá. Ella compró el suyo aquí, en las tiendas de Portugueses, otra de las culturas que son parte de las comunidades migrantes del país.
Escucha aquí más sobre el pesebre navideño, las nostalgias y los nuevos escenarios que abarca el pesebre.